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Distrito VI de París: qué ver en Saint Germain

Si estás buscando una zona de París que equilibre historia, tiendas y preciosos parques, el Distrito VI es tu lugar. Su barrio más conocido y artístico, Saint-Germain-des-Prés, combina a la perfección los jardines en Odéon y los comercios de Notre-Dame-des-Champs. Aunque en general sea menos turístico que su vecino el Distrito V, este arrondissement tiene también mucho que ofrecer. Si quieres descubrir desde sus lugares más emblemáticos a sus pequeños rincones secretos sigue leyendo.

Antes de hablarte de los puntos que yo considero esenciales quiero hacer un pequeño «disclaimer». En el Distrito VI puedes encontrar algunos de los cafés más famosos de toda París. Entre ellos destacan Les Deux Magots y Café de Flore, uno frente al otro, populares por su relación histórica con los artistas y escritores parisinos.

No voy a dedicarles un apartado en particular en el artículo porque (para mí) no me resultan tan imprescindibles, pero quería mencionarlos por si son de tu interés. Además de hacer alguna foto siempre puedes sentarte a tomar algo, aunque aviso de que son un pelín caros.

En este mapa te dejo marcados todos los lugares de este artículo, incluyendo los mencionados cafés. Si quieres aprender a hacer tus propios mapas personalizados, aquí te cuento cómo.

Abadía de Saint-Germain-des-Prés

Que mejor lugar para comenzar que con la iglesia que da nombre a todo un barrio. La Abadía de Saint-Germain-des-Prés es el templo católico más antiguo de París, fundada a mediados del siglo VI. No hay que confundirla con Saint-Germain-l’Auxerrois, otra iglesia católica ubicada en el Distrito I. La Saint-Germain del Distrito VI que podemos ver hoy en día es tan solo una pequeña parte del que llegó a ser uno de los lugares de culto más prestigiosos y amplios de París.

A lo largo de la historia ha experimentado modificaciones significativas hasta llegar a su estado actual. Sufrió saqueos, quedó fuera de los muros medievales de París, contó con su propia torre defensiva (la cual se derrumbó y reconstruyó), perdió su biblioteca en un incendio y finalmente «sobrevivió» a la Revolución francesa. Todo su entorno fue urbanizado posteriormente hasta quedar únicamente la iglesia y el palacio del abad.

Abadía de Saint Germain des pres
La iglesia alzándose junto a las avenidas llenas de coches es una vista peculiar.

Iglesia de Saint-Sulpice

Otra iglesia, mucho más moderna, que resulta imprescindible visitar en este distrito es la de Saint-Sulpice. Su estructura es el resultado de un popurrí de ideas de diseño, pausas, desgracias y reformas, lo que se puede apreciar claramente en la asimetría de sus torres. Además, con sus 120 metros de longitud, es la segunda iglesia más larga de París, por detrás de la Catedral de Notre Dame. Por este motivo la está sustituyendo en sus funciones hasta que termine su restauración.

Por otro lado, Saint-Sulpice cuenta con una peculiaridad que la salvó de ser destruida durante la Revolución francesa: la meridiana solar, que mide los solsticios y equinoccios. Dado que este tipo de reloj solar era útil para diversos cálculos científicos se mantuvo el edificio prácticamente intacto. Más allá de su estructura y particular fachada, en su interior se pueden observar diversas obras de Delacroix y un enorme órgano de tubos.

iglesia de saint sulpice paris distrito VI
Ir a ver su fachada al atardecer te permitirá apreciar como va cambiando con la iluminación.

Fontaine Saint Michel

El último monumento con nexo religioso en esta lista no es otro lugar de culto sino una fuente decorativa. La Fontaine Saint Michel es un punto de referencia entre Saint Germain y el Barrio Latino. La existencia de la fuente proviene de la necesidad de embellecer la fachada que quedó expuesta al abrir el bulevar Saint Michel durante las reformas de Haussman en el siglo XIX. Tras descartar la idea de hacer una estatua de Napoleón Bonaparte se optó por representar al Arcángel Miguel venciendo al demonio.

Aunque inicialmente no fue un elemento popular de dicha reestructuración, actualmente es considerada por algunos una de las fuentes más llamativas de París. Como añadido, su ubicación hace que sea un lugar idóneo tanto para iniciar una ruta por los distritos V y VI como para visitar las islas de París y cruzar hacia el distrito I o el IV. Si llegas hasta esta zona desde el Pont Saint-Michel te toparás con la fuente totalmente de frente.

Jardines de Luxemburgo

En el Distrito VI se sitúan unos de los parques públicos más bonitos (y mi favorito) de todo París: los Jardines de Luxemburgo. A inicios del siglo XVII fueron diseñados y mandados construir junto con el palacio por María de Medicis. Durante el siglo siguiente se fueron realizando ampliaciones hasta alcanzar su máximo tamaño. El Palacio de Luxemburgo actualmente funciona como sede del Senado francés, por lo que habitualmente no se puede acceder.

Los Jardines de Luxemburgo son un lugar lleno de vida y de actividad. Están repletos de las clásicas sillas verdes parisinas en las que sentarte a tomar el sol. Uno de sus elementos más llamativos es la fuente central en la que suelen navegar pequeños barquitos de vela. También hay múltiples zonas donde practicar deporte y una amplia variedad de componentes decorativos. Incluso posee una de las réplicas de la Estatua de la Libertad que se pueden encontrar en París.

jardines de luxemburgo parís distrito VI
Es uno de los rincones más animados de la ciudad.

Jardín de los Grandes Exploradores

Al sur de los Jardines de Luxemburgo y casi como una extensión de los mismos se encuentra el Jardín de los Grandes Exploradores. Este alargado y sencillo parque también suele estar lleno de vida pero de una forma menos turística que su vecino. Tiene columpios y zonas de ejercicio, así como amplias zonas de césped. Está rodeado de edificios universitarios y museos, por lo que las vistas a su alrededor son bastante agradables.

Junto con la calma que ofrece, su pieza más atractiva es la Fontaine des Quatre Parties du Monde o Fuente del Observatorio. Este monumento histórico de bronce representa a 4 damas, simbolizando los continentes de África, América, Asia y Europa, sosteniendo el mundo. Así mismo aparecen inmortalizadas de forma decorativa tortugas, caballos y delfines. Este es uno de los lugares que aparecen en la serie de Netflix LUPIN.

jardín de los grandes exploradores parís distrito VI
Esta fuente me hace peculiar gracia con las tortugas escupiendo agua hacia los caballos.

Le Bon Marché

En 1838 nacía como una pequeña tienda lo que pronto, en 1852, se convertiría en uno de los primeros grandes almacenes del mundo. Le Bon Marché se originó bajo la idea de combinar en un único espacio diferentes categorías de tiendas, pudiendo las compradoras deambular y toquetear todos los objetos que quisieran a fin de convencerlas para comprar. En su más de siglo y medio de existencia en su rincón entre los distritos VI y VII ha conseguido mantener su esencia elegante y lujosa.

Evidentemente supone un lugar imprescindible si te gusta la moda, la decoración o ir de tiendas en general. Sin embargo, si comprar no es lo tuyo, este mercado también puede resultarte interesante debido a su particular estructura y ornamentación. Como elemento fijo se pueden destacar sus escaleras mecánicas, que se entrecruzan formando un patrón hipnótico. De forma complementaria, es habitual que el edificio acoja todo tipo de exposiciones decorativas, por lo que nunca sabes qué te puedes encontrar.

Cour du Commerce Saint André

En último lugar no podía dejar de mencionar el Cour du Commerce Saint-André, un precioso pasaje semicubierto de finales del siglo XVIII. Si me lees con frecuencia sabrás que me encantan las galerías cubiertas de París, y esta tiene un toque particular al poseer los extremos techados pero el centro a cielo abierto. Esto la hace especialmente luminosa y agradable los días soleados, pero manteniéndose más fresca.

A lo largo del callejón adoquinado podemos encontrar diversas tiendas y restaurantes con llamativas fachadas. A pesar de ser estrechito, los locales montan pequeñas terrazas en sus márgenes. Asimismo se sitúan en este pasaje algunos de los cafés más antiguos de París, como Le Procope (1686). El Cour Saint André es sin duda un pequeño rincón secreto de París que pondrá la guinda sobre el pastel a la ruta por el Distrito VI.

cour saint andré distrito VI parís
Cada detalle de las fachadas y locales lo hace aun más bonito.

Espero que hayas disfrutado de esta ruta por el Distrito VI y te animes a conocer esta zona de París. Como siempre, ojalá te sea de utilidad para planificar tu propio viaje a París. Tienes mucha más información en la Guía completa de París. También puedes encontrar muchas más fotos y contenido en mis Redes Sociales.

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