Brujas en un día: itinerario y qué ver gratis

La pequeña y preciosa ciudad de Brujas es una visita imprescindible si estás de viaje por Bélgica. Este pueblo medieval que parece sacado de un cuento tiene mucho que ofrecer, no solo por toda la historia que alberga, sino también por poseer un encanto mágico en todas y cada una de sus calles. Aunque lo ideal es quedarse al menos una noche en Brujas y poder dedicarle un par de días a la ciudad, no siempre es posible; es por ello que te voy a contar nuestro itinerario para visitar Brujas en un día sin perdernos ningún imprescindible y prácticamente gratis.

Si, al igual que nosotros, haces noche en Bruselas o alguna otra ciudad, tendrás que desplazarte hasta Brujas ese mismo día. La mejor opción en casi cualquier caso es el tren: es sencillo de utilizar, tiene un precio razonable y la estación de Brujas está muy bien ubicada y cerca del primer punto de interés.

En nuestro caso utilizamos los pases Go Unlimited, por lo que el desplazamiento no nos costó nada extra. Te animo a que compruebes si puedes hacerte con uno de estos pases o con cualquier otro tipo de descuento para el transporte. En el peor de los casos, te costará 14,10€ el trayecto entre Bruselas y Brujas o 28,20€ ida y vuelta.

Y ahora sí, vamos con el itinerario de todas las cosas que hicimos durante un día en Brujas con un presupuesto muy low cost (tan low cost que nuestros únicos gastos fueron  en comida y cerveza) y que son imprescindibles si visitas la ciudad.

Parque Minnewater

La primera parada se encuentra justo frente a la estación y se trata de uno de los lugares más conocidos y fotografiados de Brujas: el parque Minnewater y su famoso lago, también conocido como lago del amor. Con su propia leyenda romántica y la presencia constante de cisnes, es la forma perfecta de empezar la visita por Brujas.

Mi recomendación es que no te limites a ver únicamente el lago principal; pasea también un ratito sin rumbo por el parque y descubras todos los rincones encantadores que te puede ofrecer.

Begijnhof

Si continuamos nuestro camino hacia el centro de la ciudad nos encontramos con el Begijnhof o beaterio de Brujas, con sus características casas blancas situadas alrededor de una pequeña alameda. En cualquier época del año es una preciosidad, pero si tienes la suerte de visitarlo en primavera podrás disfrutar además de la floración de los narcisos.

Hospital de San Juan e Iglesia de Nuestra Señora

A pocos minutos andando podemos disfrutar de uno de los puntos más fotogénicos y característicos de Brujas: el Hospital de San Juan, uno de los hospitales más antiguos de Europa. Desde el puente que cruza el canal junto al edificio se tienen unas vistas maravillosas del mismo.

Prácticamente enfrente del hospital se sitúa la Iglesia de Nuestra Señora, cuya torre es la estructura más alta de todo Brujas. Se puede visitar su interior con un coste de 2€ por persona, aunque nosotros con las vistas exteriores nos quedamos más que satisfechos.

Puente de Bonifacio

Otro motivo para rodear la Iglesia, aparte de las vistas a la misma, es llegar al Puente de Bonifacio, otro de los lugares más famosos y fotografiados de Brujas.

Yo misma me hice como 50 fotos allí (en Instagram tienes la prueba); da igual a donde apuntes con la cámara, en cualquier dirección te encuentras con un plano precioso. Además, se ubica junto a una pequeña plaza en la que podrás descansar tranquilamente si lo necesitas.

Rozenhoedkaai

Aunque si de lugares muy fotografiados y famosos de Brujas se trata, ninguno gana al Rozenhoedkaai (y a impronunciable tampoco). Este conocido rincón que ya te presentaba en la primera foto del artículo también es llamado Muelle del Rosario (mucho más fácil de recordar y de escribir). Es una de las estampas más bonitas de los canales de la ciudad.

Además, en esta zona encontrarás muchísimas tiendas de recuerdos, chocolaterías y cervecerías. Es el lugar perfecto para parar a hacer un descanso, tomar algo y disfrutar de las vistas. Un día en Brujas no está completo sin una cerveza. Como recomendación personal: acércate a ver el Beer Wall y prueba una cata de cervezas en el 2be.

Brug square y la Basílica de la Santa Sangre

A solo unos minutos caminando desde nuestra parada cervecera nos encontramos con la plaza Burg, otro de los emblemas de la ciudad. En ella se sitúan el ayuntamiento de Brujas y la Basílica de la Santa Sangre, cuyas fachadas son una maravilla arquitectónica que no te deberías perder.

También te recomiendo que te pierdas un poco por los callejones que salen de la plaza. Dedica un rato a descubrir sus pequeñas y encantadoras tiendas, en especial en el que se encuentra junto a la basílica.

Además, cuando pases por la calle Breidelstraat abre bien los ojos en busca de uno de los callejones más pequeños de Brujas: De Garre. Si no vas bien atenta, lo más probable es que pases por delante sin verlo, ya que pasa absolutamente inadvertido entre todos los comercios.

Grote Markt y el Belfort

Es justo al final de la calle Breidelstraat donde nos encontramos con la Plaza del Gran Mercado (o Grote Markt). Está presidida por el altísimo y maravilloso Campanario de Brujas, también conocido como Belfort. Ambos han sido declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Es también en esta plaza donde se encuentran las famosas y coloridas fachadas de las antiguas casas gremiales, otro de los símbolos más representativos de Brujas. Además se puede subir a lo alto del campanario por 8€ y contemplar la ciudad desde lo alto.

Normalmente hay bastante cola, por lo que nosotros no lo hicimos. En su lugar nos fuimos a comer unas deliciosas patatas fritas en uno de los muchísimos locales que encontrarás en los alrededores de la plaza.

Paseo por Gouden-Handrei

Menos conocidos que el canal del Rozenhoedkaai (y por tanto mucho menos abarrotados), los canales de las calles Gouden-Handrei o Spiegelrei son perfectos para dar un paseo tranquilo y menos bullicioso, sin necesidad de alejarse mucho del centro de Brujas.

En ellos encontrarás una infinidad de casas con fachadas preciosas y rincones mágicos que probablemente no hayas visto mil veces fotografiados. Por ello te sorprenderán un poco más que el resto del pueblo. Para mí es todo un imprescindible a ver en Brujas en un día, pero sin puntos exactos.

Callejear – Perderse por las tiendas

Por último, callejea todo lo que puedas y entra a cualquier tienda que te llame la atención, en especial si no es la típica tienda de recuerdos. Nosotros nos topamos con una tienda de decoración navideña impresionante en pleno marzo que nos dejó con la boca abierta.

En un día puedes ver mucho de Brujas más allá de este itinerario, tengo el cuenta. Es una ciudad maravillosa, llena de rincones secretos y preciosos; mires donde mires es mágico. Por ello, no te limites únicamente a los lugares imprescindibles y reserva un ratito a pasear sin rumbo concreto y a apreciar sus detalles y encanto.

Ahora que ya sabes todo lo que tienes que hacer en Brujas no hay excusa para no visitar este precioso pueblo medieval. Aunque recuerda también informarte sobre qué cosas es mejor que no hagas en Brujas y qué errores debes evitar. Espero que te haya sido útil y que disfrutes al máximo si visitas este precioso lugar. Tienes muchas más información en la Guía de Viaje a Bélgica y puedes ver más fotos en nuestras Redes Sociales.

• Instagram
• Twitter
• Pinterest

Y si no quieres perderte nada nuevo y además obtener contenido adicional, no olvides suscribirte a la newsletter mensual del blog.