5 cosas malas de Nueva York que nadie te cuenta
Resumen de contenidos de este artículo
Nueva York es ese sueño que todos tenemos; la hemos visto mil veces en películas y series, es casi como si ya la conociéramos. Parece un destino idílico, pero como todos los lugares del mundo, Nueva York no es una ciudad perfecta. Tiene aspectos negativos que rara vez se muestran en las fotos o que casualmente a todo el mundo se le olvida comentar cuando vuelve de un viaje a la Gran Manzana. Personalmente, creo que es mejor tener toda la información posible, tanto buena como mala, para no llevarse chascos al ir con falsas expectativas. Así que, sin más rodeos, te voy a comentar 5 cosas malas que debes tener en cuenta si vas a viajar a Nueva York.
Las estaciones de metro
No son como en las pelis. Sí, pero no. Las estaciones del metro de Nueva York tienen ese rollito decadente que todos conocemos; que queda muy guay en el cine, pero en la vida real no tanto. La mayoría son muy viejas, por dentro no están especialmente cuidadas (ni limpias) y, en mi experiencia, carecen de ventilación alguna. Esto lleva a que se acumulen mucho el calor y los olores.
Además, al contrario que en muchas ciudades europeas, como Madrid, Londres o París, la entrada de las estaciones no está señalizada con un cartel elevado, sino a pie de calle, por lo que a veces es difícil encontrarlas desde lejos.
La suciedad y la basura
La poca higiene pública no es algo que se limite solo a las estaciones de tren. En general, las calles están sucias y en algunas zonas de Manhattan huele bastante mal. Pero sin duda, una de las cosas que más me sorprendió por mi absoluto desconocimiento sobre la realidad fue la gestión de residuos de la ciudad.
Y es que si vas a viajar a Nueva York, prepárate para ver montañas de bolsas de basura apiladas en las calles. Así, tal cual, en medio de la calle. Lo cual contribuye mucho al punto anterior sobre suciedad y olores.
Y es que a partir de las 4 o 5 de la tarde puedes ver como poco a poco muchas calles van acumulando bolsas negras de basura en sus márgenes. O como el «reciclaje» se basa en gente que viene a rebuscar botellas de plástico o latas en esas pilas de residuos para llevarlos a centros de reciclaje y conseguir unos cuantos dolares a cambio.
Esto sin duda es un choque cultural. No sé si será así en otras ciudades del mundo, pero estando acostumbrada a cómo se hace en España y otros lugares a los que he viajado, con contenedores de basura cerrados, propios o comunitarios, me pareció una absoluta guarrada. Es impresionante que una de las ciudades más importantes y visitadas del mundo gestione así la basura.
La contaminación
Que Nueva York es una ciudad con mucha contaminación es algo que en principio todos sabemos. Pero no tiene nada que ver cuando lo experimentas en vivo. No solo se nota el aire cargado, como en muchas ciudades con un tráfico elevado, sino que es perfectamente visible desde cualquiera de los famosos miradores de la ciudad.
Cuando estás en lo alto del Top of the Rock y miras a lo lejos, ves toda la extensión de rascacielos de la ciudad… y una brumilla grisácea en el aire que lo emborrona todo. Especialmente si vas en épocas en las que no llueva mucho ni corra demasiado aire. Es una estampa bastante triste de observar.
Precios inflados
Si es cierto que se puede ir a Nueva York de forma moderadamente económica, también lo es que no resulta nada fácil, especialmente si te vas a mover la mayor parte del tiempo dentro de Manhattan. No solo el alojamiento es bastante prohibitivo en cuanto coste por noche, sino que es la ciudad donde más inflados he visto los precios con diferencia.
Que sí, que habrá quien diga «pues yo comí súper barato todos los días etc etc». Y claro que se puede, pero requiere una investigación previa bastante más exhaustiva que en otras ciudades. Y ni se te ocurra pensar en comer en Little Italy o similares, por el bien de tu cartera.
A este sobre coste general tienes que añadirle 2 cosas: en primer lugar, los precios que te muestran en las etiquetas o la carta no siempre llevan los impuestos incluidos, por lo que tendrás que sumarle un 9-10% más al precio que marque.
Además, no nos olvidemos del sistema de propinas moralmente obligatorias que existe en Estados Unidos. Las cuales, por cierto, pueden cobrarte directamente sin preguntarte. Aunque lo más habitual es que te pidan que indiques cuánto quieres que te cobren de propina o simplemente la dejas (si pagas en efectivo). Eso sí, ten en cuenta que suelen ir desde un 15% a un 20% del coste total de la comida.
Vamos, que en total una comida de 15$ por persona se te sube a unos 19$ mínimo. Recuerda que la propina es «obligatoria» solo cuando te atienden en mesa, ya que puede que te la intenten colar en locales donde tú vas al mostrador a que te atiendan.
El clima
Si visitas la ciudad en primavera o en otoño, seguramente esto no sea un problema. Pero si vas en invierno o en verano, prepárate y mentalízate, porque el clima de Nueva York es un poco horrendo.
Siempre se ve a la gente súper feliz en Navidad de compras por las calles de Manhattan, o alegremente paseando por Central Park en verano. Pues déjame que te diga que la realidad no es tan bonita si no estás acostumbrada a temperaturas extremas.
En invierno, te hielas y te duele todo del frío, y en verano, te derrites y sudas como si no hubiera mañana. Así, tal cual, que nadie te intente convencer de lo contrario. Si no vas con el equipaje correcto y hecha a la idea de las temperaturas que te vas a encontrar, no vas a disfrutar el viaje igual.
Mejor prevenir que curar. Si quieres puedes leer este artículo mío con 5 consejos para llevar mejor el calor de Nueva York si viajas en verano. Y también te dejo este artículo de A Nueva York con muchísima información sobre el clima neoyorquino y qué ropa elegir. Hazle caso, que ella vive allí.
Otras cosas a tener en cuenta
Es cierto que este tipo de situaciones te las puedes encontrar también en muchas otras ciudades o destinos por el mundo; pero me parece importante comentarlas sobre un destino tan popular e idealizado como es Nueva York.
A estos 5 aspectos negativos principales me gustaría añadirles un par de pequeñas situaciones extra que, aunque más conocidas y comentadas, también es importante tener en cuenta para no llevarte chascos cuando estés allí.
La gente
En determinadas zonas más céntricas y a horas puntas te vas a encontrar muchísima gente y la mayoría con prisa, por lo que a veces pueden no ser los más educados.
No te lo tomes como algo generalizado o personal. A nadie le gusta tener a alguien entorpeciendo el paso por la calle o en una estación cuando va con prisa. Es el ritmo de la ciudad, así que tendrás que hacerte a él, o escaparte a zonas menos transcurridas.
Los controles de equipaje
Entrar a Estados Unidos puede ser un poco tedioso debido a todas las medidas de seguridad que tienen los aeropuertos, así que tómatelo con calma. Para salir no te ponen tantas pegas.
Eso sí, asegúrate de cumplir las medidas de seguridad del equipaje que ellos te piden, porque hay muchas posibilidades de que te registren la maleta. E incluso haciéndolo todo bien puedes tener problemas con tu equipaje como nos pasó a nosotros. No por ello debes pasar el resto del viaje de morros.
No todo es malo
Por último, me gustaría aclarar que Nueva York es un destino que me encantó y al que tengo muchas ganas de volver. No he escrito este artículo como un ataque hacia la ciudad, ni mucho menos. Es una forma de recopilar esos aspectos no tan positivos, con fines informativos y de ayuda a otros viajeros (como todo en este blog). Igual que lo he dicho de Nueva York, también hemos hablados de las cosas malas de París.
Tienes también otro artículo con un Top 10 sitios que visitar en Nueva York que te aconsejo que no te pierdas. Espero que este artículo te sirva y si tienes cosas malas o buenas que añadir sobre Nueva York, ¡no dudes en escribir un comentario contándolo! Síguenos en redes sociales para estar al día de nuestras aventuras y fotos.
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