5 Jardines de Milán que tienes que visitar
Resumen de contenidos de este artículo
Milán es una ciudad famosa por sus edificios, iglesias y ambiente, pero no hay que olvidar también sus preciosos parques y jardines. El centro de la ciudad cuenta con múltiples espacios verdes, más grandes y más pequeños, que te aseguro que no querrás perderte. Algunos de ellos sin duda forman parte de los imprescindibles a ver en Milán. ¿Te apetece conocerlos?
Jardines públicos Indro Montanelli
También conocidos como Giardini di Porta Venezia dada su ubicación junto a este monumento/barrio, fueron los primeros jardines de Milán dedicados al ocio público, inaugurados a finales del siglo XVIII. Su nombre actual (desde 2002) rinde homenaje al periodista italiano Indro Montanelli, de gran relevancia en el siglo XX.
A lo largo de los jardines se pueden encontrar más de una decena de estatuas dedicadas a otros escritores, poetas, pintores, filósofos y naturalistas italianos. En el interior del parque también se ubica el Museo Cívico de Historia Natural de Milán, con una inmensa colección botánica, zoológica, mineralógica y paleontológica. Se puede visitar de martes a domingo, de 10:00-17:30, y la entrada cuesta 5€ (aunque es gratis las tardes del 1º y 3º martes de cada mes).
Otra visita cultural que puedes realizar en los Jardines Indro Montanelli es al Planetario Cívico de Milán, cuya entrada es igualmente de 5€. Si no tienes tiempo para ninguna de estas 2 actividades o simplemente prefieres un paseo sencillo, podrás disfrutar de la variedad botánica de este espacio y de sus enormes árboles monumentales.
PD: Durante nuestro viaje nos alojamos muy cerquita de este parque, en el barrio de Porta Venezia. La verdad es que la zona nos gustó mucho, así que la recomendaría 100%. Es tranquila pero no sosa, a 20 minutos andando del centro y con estación de metro al lado. Si vas a buscar alojamiento en Booking, recuerda que puedes apoyar al blog haciéndolo a través de de mi link de afiliada.
Jardín de la Villa Belgiojoso Bonaparte
Separados de los anteriores por tan solo una calle, a estos jardines con múltiples denominaciones se les llama de igual modo Jardín de la Villa Reale de Milán. Esta variedad de nombres responde precisamente a los cambios históricos a la hora de referirse al palacio neoclásico que lo preside, dados sus diferentes residentes.
Se construyó junto con sus jardines a finales del siglo XVIII a petición del conde Ludovico di Barbiano e Belgiojoso, y poco después de la muerte del mismo pasó a ser propiedad de la República italiana y residencia de Napoleón Bonaparte. Posteriormente también fue hogar de diversos virreyes, de ahí también su nombre de «Villa Real».
En 1920 la ciudad de Milán adquirió todo este espacio para abrir dentro del palacio la Galería de Arte Moderno de Milán, mientras que los jardines pasaron a ser de uso público a mediados de siglo. Además de las vistas al flamante edificio, en este jardín también se puede disfrutar de varias zonas de césped y de algunas pequeñas grutas y caminos. Aunque sin duda su elemento más romántico e idílico es el Tempietto (o templete) dedicado al Amore, rodeado de vegetación y un pequeño estanque.
Parque Sempione
Si hay un parque histórico en la ciudad que seguro que vas a visitar es el Parco Sempione. Aunque el parque en sí es bastante más moderno (casi siglo XX), es hogar del extenso Castello Sforzesco, una fortaleza medieval con siglos de historia. Los alrededores y plaza interior del castillo son de acceso libre, mientras que en su interior encontrarás múltiples museos con entrada de pago. Frente a su entrada inferior encontrarás además una sencilla fuente decorativa.
Pero si lo que te apetece es recorrer el propio parque, te alegrará saber que tiene muchos otros rincones interesante. No por nada es el mayor pulmón verde del centro de Milán, con una superficie de 386.000 m² y decenas de especies botánicas de las que disfrutar. También es perfecto para observar la fauna local, especialmente aves.
Si por otro lado lo que te interesa es visitar sus diversas instalaciones, hay mucho más aparte del Castello Sforzesco. A lo largo del parque encontrarás diversas esculturas y en el estanque central podrás cruzar el pequeño Ponte delle Sirenette. Respecto a otros edificios y lugares de pago, en el área del parque están también la Torre Blanca (de observación) el Palacio de la Triennale y un acuario.
Jardín Botánico de Brera
Muy cerquita del anterior se encuentra el pequeño y artístico barrio de Brera. A pesar de su tamaño, es una zona con unos cuantos planes culturales que ofrecer, entre los que se encuentra una rápida visita a su coqueto jardín botánico. Es de acceso gratuito aunque cuesta un poquito encontrar la entrada (en este artículo te detallo exactamente como llegar a él).
Ubicado a las espaldas del histórico Palazzo di Brera, este espacio está distribuido como un huertecito dedicado a la investigación y estudio botánico aplicado a la medicina, entre otros. Al estar rodeado por las secciones del palacio, incluida la cúpula del observatorio, el ambiente de este jardín es muy tranquilo y encantador.
Nosotros lo visitamos en otoño y quedamos encantados con los colores, pero estoy completamente convencida de que en primavera y verano también debe de ser precioso. Ten en cuenta que se trata de un jardín rodeado por un museo y espacios de estudio, por lo que hay tanto que disfrutar como que respetar la calma del lugar.
Parco Biblioteca degli Alberi
Por último y para contrastar totalmente con el resto de jardines en Milán de esta lista, te recomiendo totalmente visitar el Parco Biblioteca degli Alberi. En lugar de estar rodeado de edificios históricos y monumentos, este parque se ubica entre rascacielos en el moderno barrio de Isola. Esta zona, al norte del centro de la ciudad, es una faceta completamente diferente de la clásica Milán.
Desde la «Biblioteca de los árboles» (traducción del nombre del parque) se tienen unas vistas fantásticas a los rascacielos y edificaciones de la zona. Se ven perfectamente la Torre Unicredit, el Palazzo Lombardía o el Bosque vertical, entre otros. A la panorámica hay que añadirle que es un espacio multifuncional, con áreas de descanso, deportivas, infantiles, zonas de picnic, etc.
Este parque está diseñado como un jardín botánico moderno y abierto, para el disfrute de cualquiera. Su diseño está seccionado en bloques que alternan los mencionados espacios de ocio con áreas botánicas, cuya vegetación se rota en función de la estación. Además, cuenta con algunos pequeños estanques, por lo que también es perfecto para ver aves acuáticas en la ciudad.
Como ves, los jardines y parques de Milán son bastante variados (y eso que estos son tan solo los que yo considero imprescindibles de visitar). Espero que este artículo te haya animado a visitarlos cuando viajes a Milán, especialmente aquellos menos típicos. Puedes encontrar más fotos y recomendaciones en mis Redes Sociales.
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