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Qué ver en Milán centro – Imprescindibles y secretos

Milán es una ciudad perfecta para una escapada corta o para combinar con otros destinos italianos. Es por ello que a veces las visitas son cortas y hay que priorizar puntos de interés que se encuentren cerca entre sí. Si ese es tu caso, ¡este artículo es perfecto para ti! Descubre qué ver en el centro de Milán sin alejarte demasiado de su punto más icónico: el Duomo.

Antes de nada aclarar que técnicamente «el centro histórico de Milán» abarca mucho más de lo que voy a mencionar en este artículo. En los mapas es fácil de identificar ya que está rodeado por grandes avenidas. Todo ese área incluiría lo que se suele visitar con 2 o más días para ver Milán, más allá del «centro». Pero en este artículo me voy a centrar (nunca mejor dicho) en las zonas más cercanas al corazón milanés.

Si tienes dudas sobre de qué parte de la ciudad os voy a hablar en este artículo te dejo a continuación el mapa con todos los lugares marcados. Recuerda que si aun no sabes cómo crearlos, te dejo mi guía para crear mapas con Google MyMaps.

Por esta zona se encuentran por supuesto algunos de los lugares imprescindibles de Milán, pero también otros no tan conocidos pero muy recomendables. Este listado se ordena principalmente por importancia y por cuánto recomendaría visitarlos si tienes poco tiempo (aunque puedes ver perfectamente todos en 1 día, ya que están muy cerca unos de otros).

Si tienes más tiempo y te interesa ver Milán más a fondo, te dejo a continuación los artículos de otros barrios más allá del centro que te recomiendo totalmente visitar:

Duomo di Milano y Piazza del Duomo

Comenzando por el que es el símbolo más reconocible de Milán, no puedes viajar a este destino sin visitar el Duomo. La catedral principal milanesa se encuentra en pleno corazón de la ciudad y es una de las iglesias góticas más grandes del mundo. Destaca especialmente su magnífico exterior (en su totalidad y no sólo la fachada como ocurre con otras iglesias), revestido de mármol y decorado con chapiteles, arcos, estatuas y un sin fin de detallados elementos.

Su interior se puede visitar adquiriendo un entrada específica para ello o combinada con la visita a las terrazas del Duomo. Si tienes mucho interés en ver la catedral por dentro, coge la que incluye ambas cosas. Si no, el pase únicamente para las terrazas cuesta 13€/persona y te diría que es algo que debes hacer sí o sí. Las vistas a la ciudad son una maravilla y es impresionante ver de cerca todos los elementos decorativos del Duomo. Puedes comprar los tickets directamente en su web oficial.

Por supuesto también tienes que apreciar las vistas a nivel de peatón desde la Piazza del Duomo. Usualmente ajetreada, es el escenario perfecto para observar la catedral desde su frontal y hacer alguna que otra foto. Eso sí, ni confirmo ni desmiento que puedas verte rápidamente rodeada de palomas hambrientas.

Terraza Duomo de Milán
Si subes a primera hora de la mañana visitarás las terrazas más tranquila.

Galería Vittorio Emanuele II

Junto a la catedral se encuentra la maravillosa Galería Vittorio Emanuele II, un inmenso pasaje cubierto del siglo XIX coronado por una gigantesca cúpula acristalada. En cada uno de los brazos de la cruz que la forman puedes encontrar diversos comercios, mayoritariamente de lujo; mientras que el octógono central está decorado con mosaicos que representan los continentes de Europa, Asia, África y América alrededor de la bóveda.

Esta galería cuenta también con su propia «leyenda/turistada» muy popular. Entre todos los mosaicos que decoran el suelo de la galería destaca el escudo de la ciudad de Turín (o Torino), con un toro como protagonista. Se dice que si giras 3 veces sobre tu talón sobre los testículos del toro te dará buena suerte y volverás a Milán. Es bastante fácil averiguar dónde se encuentra este punto de la galería, dado que la gente hace cola para realizar este pintoresco rito.

Hablando de galerías cubiertas, si vas a visitar París y te gustan este tipo de lugares, te dejo aquí un artículos con las mejores galerías cubiertas de París.

Piazza della Scala y Teatro alla Scala

Atravesando la galería llegamos a la Piazza della Scala, una plaza relativamente moderna (tan sólo data de 1858) si la comparamos con su vecina del Duomo. Su construcción supuso la demolición de varios edificios históricos que ocupaban el lugar. Esto sucedió con la finalidad de dar amplitud y protagonismo al famoso Teatro alla Scala, cuya fachada en su momento daba a una estrechísima callejuela.

El teatro cuenta con un siglo más de historia y se construyó a petición de la clase aristócrata de la época, que demandaba un nuevo espacio para hacer vida social. Al igual que la plaza, La Scala fue fruto de destrucción y renacimiento, en su caso tras la demolición de la Iglesia de Santa María alla Scala, de la cual tomó su nombre. En la actualidad el teatro es visitable tanto sin acudir a un espectáculo como para disfrutar de una amplia gama artística. En su web oficial puedes encontrar muchísima más información.

Volviendo de nuevo a la Piazza della Scala, otro de sus elementos más icónicos es el monumento a Leonardo Da Vinci, quien, a pesar de no ser milanés de nacimiento, realizó buena parte de sus obras más conocidas en esta ciudad y diseñó su sistema de canales. Rodeada de árboles y bancos de piedra, es un muy buen lugar para sentarse a descansar y filosofar un poquito.

monumento Da Vinci en milán centro
Da Vinci y 4 de sus discípulos a sus pies.

Vía Torino

Cambiando un poco de tónica, toda ciudad importante tiene su calle principal de compras. Igual que en Madrid es la Gran Vía, en Milán es la Vía Torino, aunque con grandes diferencias entre ambas. Esta avenida comienza su recorrido junto al Duomo hasta llegar a la zona de Porta Ticinesse, pudiendo hacer ese trayecto en unos 20 minutos andando (o un buen rato más si te dedicas a entrar a tiendas).

Si bien la mayoría de los comercios son modernos, esta vía no pierde la esencia y encanto del centro de Milán. Personalmente, diría que es gracias a que es relativamente estrecha, tan solo tiene un par de carriles, y al paso de los tranvías milaneses por ella. Eso sí, como contra, las aceras son relativamente estrechitas así que hay que ir con cuidado y paciencia.

PD: si por lo que sea vas a prescindir de montar en tranvía por el centro de Milán, otra experiencia barata e imprescindible, al menos en la Vía Torino los puedes ver pasar todo el tiempo.

tranvía milán
También pasan por muchas otras calles, así que siempre hay oportunidades para verlos.

Cuadrilátero de la moda

Si lo tuyo efectivamente son las compras y más aun centradas en la ropa, tu zona entonces es la del cuadrilátero de la moda. Este área del centro de Milán, también conocido como cuadrilátero de oro, concentra boutiques y talleres de moda de alta gama con escaparates que son una delicia de ver. Su nombre lo recibe de la forma que queda delimitada en el área entre las siguientes calles: Vía Monte Napoleone, Vía della Spiga, Corso Venezia y Vía Alessandro Manzoni.

La más importante de las 4 es Monte Napoleone, a lo largo de la cual se pueden encontrar tiendas de las marcas italianas de moda más famosas, como Versace o Armani. En nuestro caso también recorrimos con calma Corso Venezia dado que nos alojábamos en el barrio de Porta Venezia y era la mejor forma de bajar hasta el centro. Sin embargo, si te dan igual las compras, la ropa y todo el mundillo de la moda, puedes prescindir de visitar esta zona de Milán.

Basílica di Santo Stefano Maggiore

Otra de las cosas que no escasean en Milán son las iglesias y catedrales. Si bien es cierto que el Duomo no tiene rival y se lleva todo el protagonismo, hay otros lugares de culto que también merecen una visita. De hecho, a poca distancia de la catedral se encuentra la basílica di Santo Stefano Maggiore. Su fachada es muchísimo más austera y no puede competir con el Duomo, pero que cuenta con un interior lleno de historia. Incluso fue testigo del asesinato del duque milanés Galeazzo Maria Sforza y lugar de bautismo de Caravaggio.

Otra de sus curiosidades es que imparte misa en varios idiomas, incluido el español, dada la gran cantidad de habitantes inmigrantes que hay en esta zona. Si tienes interés en visitarla debes saber que la entrada, tanto para misa como para visita normal, es gratuita.

San Bernandino alle Ossa

Si tienes poco interés en visitar lugares de culto y/o, como fue nuestro caso, tú tiempo para visitar el centro de Milán es limitado y tienes que priorizar qué lugares ver, te sugiero que aun así le hagas hueco a esta pequeña iglesia. La Chiesa (o iglesia) di San Bernandino alle Ossa está literalmente al lado de la de Santo Stefano pero esconde en su interior un tesoro con la que su vecina más grande no puede rivalizar: su osario.

Nada más entrar esta iglesia puede parecer poca cosa; su sala principal es bastante humilde y consta de poco más del altar y unos cuantos bancos. Sin embargo, cruzando un modesto pasillo hacia la derecha llegamos al osario. Cubierto por una bóveda decorada con un precioso fresco, sus paredes están completamente cubiertas de cráneos y huesos procedentes de otro antiguo osario y exhumaciones de un ya inexistente cementerio cercano. Es sin duda una visita un pelín macabra, pero muy impresionante.

Osario de San Bernandino alle Ossa en Milán centro
La calidad de la foto no es la mejor, pero os prometo que es impresionante.

Palacio Real de Milán

Volviendo a otro tipo de edificios históricos no religiosos, en uno de los laterales del Duomo se ubica el Palazzo Reale. Antigua residencial real y sede del gobierno hasta los años 50, actualmente cumple la función de centro cultural abierto al público.

Con exposiciones fijas y otras temporales, no diría que la visita a su interior sea imprescindible (nosotros nos la saltamos). Aun así, hay entradas combinadas con la visita al Duomo que tal vez te puedan interesar si tienes suficiente tiempo. Lo menciono en esta lista simplemente porque no deja de ser un edificio relevante.

Panzerotti Luini

Por último, mención especial a un imprescindible para comer algo delicioso y barato en tu visita a Milán. Panzerotti Luini es un local ubicado al lado de la Galería Vittorio Emanuele II especializado en, efectivamente, panzerotti. Estas son una especie de fusión entre calzone y empanada frita cuyo relleno puede variar muchísimo, desde opciones saladas a dulces. Cada panzerotto cuesta alrededor de 3€ y tienen un tamaño más de aceptable.

Son la opción perfecta para coger un par por persona y comer sentados en un banco cercano (venden principalmente para llevar). Muy económico teniendo en cuenta que saldría por unos 6€ por cabeza aproximadamente. Si te alojas por esta zona, también son una alternativa fantástica como cena low cost. Eso sí, si quieres elegir sabor, no vayas a ultimísima hora.

¡Crujientes y calentitas!

Espero que este artículo te ayude a organizar tu ruta por el centro de Milán. Si tienes cualquier duda o sugerencia de otros lugares a ver en Milán centro déjala en los comentarios. O también puedes seguirme en las siguientes Redes Sociales:

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