Distritos VII y XVI de París: 8 rincones imprescindibles
Resumen de contenidos de este artículo
Si pensamos en París es inevitable que nos venga a la mente su mayor icono: la Torre Eiffel. Es el imprescindible por excelencia en la ciudad y su silueta se puede apreciar desde centenas de ángulos y lugares diferentes. Algunas de las mejores de toda París se encuentran en los Distritos VII y XVI, siendo el primero el hogar del famoso monumento. Además, estos barrios cuentan con otros puntos de interés que no puedes perderte si vas de viaje a la capital francesa.
Es posible que este par de distritos no te suenen por los nombres populares de sus barrios, al contrario que otros más sonados como el Barrio Latino, Saint-Germain o Montmartre. Sin embargo comprobarás a continuación que contienen varios de los monumentos y jardines más famosos de la ciudad, siendo totalmente esenciales incluso en un primer viaje a París. Y, por supuesto, también cuentan con sus pequeños rincones secretos.
Aquí tienes el mapa con todos los sitios de los que te voy a hablar en este artículo, para que te sea más fácil orientarte. Si aún no sabes hacer tus propios mapas personalizados, te dejo en este enlace un guía detallada paso a paso.
Qué ver en el Distrito VII
Entre ambos distritos el VII gana al XVI en cuanto a monumentos y lugares que visitar en París. Y es que, aunque el corazón real de la ciudad sea el Distrito I, el «corazón turístico«/mayor reclamo se ubica en esta orilla del Sena. Es imposible venir a la capital francesa y no pisar este distrito. Aun así, peculiarmente el 7eme arrondissement es bastante tranquilo en cuanto nos alejamos un poquito del río, en especial en comparación con zonas como Le Marais.
Torre Eiffel
No hay mejor forma de empezar que con ella. La Torre Eiffel, símbolo mundialmente conocido de París, se alza imponente a escasa distancia del río Sena. Su característica forma está pensada para poder resistir los fuertes vientos a pesar de sus magnitudes. De hecho, su nombre original era «Torre de 300 metros» debido a su altura, pero acabó popularizándose más la denominación en honor al ingeniero que la construyó, Alexandre Gustave Eiffel.
La intención inicial es que fuese una construcción temporal, dado que se erigió para la Exposición Universal de 1889 y se planeaba desmontarla tras la misma. Ni siquiera era un monumento popular entre muchos parisinos, que la tachaban de monstruosidad. Sin embargo, pese a estar muy cerca de ser demolida, su utilidad como torre de comunicaciones durante la Primera Guerra Mundial y parte de la segunda la salvó de tan trágico final.
Con un buen marketing turístico durante las siguientes décadas, ha conseguido convertirse en el monumento más visitado del mundo. A día de hoy la Torre Eiffel se puede disfrutar de muchas formas: observándola desde abajo, subiendo a sus miradores, comiendo en uno de los 5 restaurantes ubicados en la misma,… Desde luego no faltan opciones para todos los bolsillos.
Campo de Marte
A los pies de la Torre Eiffel se ubica un amplio jardín público conocido como Campo de Marte, o Champ de Mars en francés. Tiene más de 24 hectáreas de superficie y se extiende hasta alcanzar la Escuela Militar en pleno Distrito VII. A lo largo de su historia ha cumplido con diversas funciones, comenzando como un campo de cultivo para dar paso a un campo de entrenamiento militar más adelante. Es esta última la que le dio nombre, siendo Marte el dios romano de la guerra.
En mi opinión, en jardín en sí no es ni mucho menos de los más bonitos de París. Es bastante sencillo, compuesto por explanadas de césped e hileras de árboles. Sin embargo, sin duda sus magníficas vistas a la Torre Eiffel hacen que merezca la pena. Los parques parisinos suelen ser una gran opción para comer barato en la ciudad haciendo un picnic, aunque en el caso de Champ de Mars te aconsejo que estés pendiente de las ratas. Si puedes elegir, colócate lejos de papeleras y vigila tu comida.
Museos de artes
El museo más famoso de París es sin duda el Louvre en el Distrito I, pero no es el único. Los Distritos VII y XVI también cuentan con diversos museos interesantes, entre los que destacan algunos del 7º arrondisement de París. El más popular es el Musée d’Orsay, dedicado a las artes plásticas del siglos XIX. Además de por sus colecciones destaca también por estar ubicado en una antigua estación de tren, por lo que el edificio en sí es una preciosidad. El mirador desde el interior del reloj se ha convertido en uno de los lugares más «instagrameables» de la ciudad.
Junto con este, otros museos destacables son el Museo Rodin, el Museo de Arte Moderno y el Museo Guimet, aunque no te puedo decir personalmente si merecen la pena porque no he visitado ninguno de ellos por dentro.
Rue de l’Université
París es más que sus grandes monumentos y en todos sus barrios hay calles que merecen la pena ser visitadas por si mismas. Cruzando prácticamente todo el Distrito VII paralela al río encontramos la Rue de l’Université. Es una calle mayoritariamente comercial y residencial pero con cierto encanto al ser, en general, poco turística. Sus casi 3km (2785 metros concretamente) son hogar de toda clase de edificios históricos, aunque esta avenida destaca especialmente por sus vistas a la Torre Eiffel en varios de sus puntos. El más llamativo es su extremo oeste, donde se encuentra con Champ de Mars.
Le Grande Épicerie
Si eres una apasionada de la gastronomía seguro que te interesa este rincón no tan conocido por los turistas. La Grande Épicerie son unos grandes almacenes especializados en alimentos de todo tipo, aunque mayoritariamente se centran en la gama alta y el lujo. Desde todas partes del mundo llegan manjares de primera calidad, por lo que se ha convertido en un todo un punto de referencia en la capital francesa.
Esta marca cuenta con 2 enormes mercados en París, precisamente ubicadas en los distritos XVI y VII. El primero se localiza en el nº 80 de la Rue de Passy y llama la atención su entrada cubierta de vegetación. Sin embargo suele ser más conveniente visitar la tienda del nº 38 en Rue de Sèvres, colindando con el Distrito VI y justo frente a le Bon Marché. Así podrás combinar las visitas a dos de los lugares comerciales más importantes de París.
Les Invalides
En el Distrito VII se sitúa uno de los complejos de edificios más significativos y amplios de toda la ciudad. El Palacio Nacional de los Inválidos o Les Invalides en francés se creó a finales del siglo XVII bajo órdenes del rey Luis XIV de Francia como una residencia para soldados y militares retirados del servicio. Fue asaltado durante la Revolución francesa y desde 1840 descansan en su mausoleo los restos de Napoleón, junto con los de otras grandes figuras militares o políticas de la época.
Con el tiempo Los Inválidos ha ido subdividiéndose en toda una serie de instituciones y espacios diferenciados. Una pequeña parte del conjunto, el Hospital de los Inválidos, sigue sirviendo como hospital militar, sin embargo la mayoría de los edificios tienen hoy una función muy diferente a la original. Gran parte compone actualmente el Museo del Ejército, así como otros 2 museos asociados. Otro punto a destacar es la Iglesia de Saint-Louis des Invalides, la cual contiene el panteón militar y destaca por su elevada cúpula dorada. Puedes encontrar toda la información para visitar los diferentes apartados de Les Invalides en su página web oficial.
Qué ver en el Distrito XVI
El XVI es el distrito que ocupa la zona más oeste de París e incluye el extenso Bois de Bologne. Una de sus características más llamativas es que acoge una larga lista de embajadas, especialmente en el barrio de Chaillot. Cuenta con diversos museos, como los mencionados previamente, y múltiples zonas agradables de pasear. Así mismo incluye algunos de los lugares con mejores vistas a la Torre Eiffel de toda París.
Plaza y jardines de Trocadero
Seguramente el mirador más popular y famoso de la capital francesa sea la explanada de Trocadero. La ubicación del ya inexistente Palacio de Trocadero tiene unas vistas privilegiadas hacia la Torre por lo que reúne una ingente cantidad de visitantes diarios. Dicho palacio se construyó para la Exposición Universal de 1878 y se desmanteló en 1935 para construir el actual Palacio de Chaillot para la Exposición Universal de 1937. Este último actúa como sede de varios museos.
Con los jardines ocurrió lo mismo, siendo los que se pueden ver hoy en día una creación para la Expo del 37 sustituyendo a los que se crearon para la del 78. Tanto desde la Plaza de Trocadero como desde los jardines se tienen unas vistas maravillosas a la Torre Eiffel y el Campo de Marte. De hecho, te recomiendo que bajes a los jardines para hacer mejores fotos, ya que es más fácil conseguir ángulos sin gente. Eso sí, procura no subirte a las barandillas elevadas, ya que está prohibido.
Avenue de Camoëns
Junto con la Rue de l’Université hay otra famosa calle para tomar fotos de la Torre Eiffel (como esta) dignas de Instagram: la Avenue de Camoëns. Esta vía finaliza en su tramo sureste en un callejón sin salida para los coches, pero no para los peatones, que disponen de una escalera para descender al bulevar Delessert. Este desnivel de varios metros es el que aporta unas vistas especiales, dado que la apertura visual y los edificios relativamente bajos dejan entrever la Torre.
Más allá de su improvisada función como mirador, que suele estar bastante ocioso, la escalinata de piedra también es digna de ser admirada. Su doble bifurcación presidida en la base por el busto de Luis Vaz de Camões (o Le Camoëns, quien da nombre a la calle) y con farolas de hierro a los laterales también supone un pequeño y encantador rincón.
Pont Birk-Hakeim
De los muchos puentes que cruzan el río Sena uno de los que merece destacar es el Pont Birk-Hakeim. Anteriormente conocido como puente de Passy por dicho barrio de París, conecta los distritos XVI y XV, este segundo justo al sur del VII. Se trata de una pasarela metálica con dos niveles: uno inferior por el que transitan peatones y coches y otro superior por el que circula la línea 6 de metro. Si te surge la oportunidad de utilizar ese tramo de metro, es toda una experiencia.
Además de su interesante estructura, el puente tiene unas vistas magníficas a la Torre Eiffel. Se pueden apreciar tanto desde el balcón mirador en el centro del puente como enmarcada por las columnas del mismo. Por último, otro motivo por el que puede apetecer visitar este lugar es que se utilizó en el rodaje de la película «Origen». Si te interesan las películas y series rodadas o inspiradas en París, tengo un artículo sobre películas que te harán viajar a París y otro con las localizaciones de Lupin.
Como ves, son dos zonas de la capital francesa que tienen mucho que ofrecerte. Espero que te haya gustado descubrir un poco más de París a través de los Distritos VII y XVI. Puedes encontrar muchísima más información sobre la ciudad y qué ver en sus barrios y distritos en la Guía de Viaje a París. También tienes muchísimas más fotos y contenido de este y otros destinos en mis Redes Sociales.
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